Apuntes biográficos de Evelina Rojas

Fragmentos literarios del libro DESTINOS de la profesora santiaguina radicada en Chillán Viejo, Thala Evelina Rojas Cortés. Todos los relatos enfocados a profundos sentimientos y vivencias de mujeres de cualquier época y condición social.

Datos biográficos de Evelina Rojas Cortés (1933 - 2017)

De padres provenientes del norte chileno (Antofagasta por la madre y La Serena por el padre), Thala Evelina nació en Santiago el 04 de abril de 1933, estudió en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, titulándose de Profesora de Estado en Historia, Geografía y Educación Cívica.

Su tesis de Titulación, que versó sobre “Don José Victorino Lastarria y la Educación Chilena”, le abrió la senda para su creación literaria.

Ejerció en liceos de Cautín: Nueva Imperial, Temuco y más tarde, Chillán, Ñuble:Liceo Marta Brunet y tras las exoneraciones del régimen militar laboró temporalmente en colegios particulares para así poder acceder a una digna jubilación (Comewealth School, Purísima Concepción y Santa María).

Se incorporó al Grupo Literario Ñuble, hacia 1990, incursionando en el género cuento.

En esta breve antología se incluyen: “¿Qué lindo debe ser!”, “El amigo”, “El brindis”, “El mundo nublado”, “La venganza”, “Pastel de choclo” y “Quizás”, todos ellos bajo el título “DESTINOS”.

Hasta el momento de su fallecimiento, el 7 de enero de 2017, Thala Evelina Rojas era socia de la Corporación Histórica y Cultural “Bernardo O’Higgins" de Chillán Viejo y del Partido Socialista de Chile, Comunal Chillán Viejo.

Chillán Viejo, enero de 2017

Lectura de cuento Pastel de choclo en voz de su autora Evelina Rojas - 10 de abril 2013

24 de febrero de 2015

7° Cuento (y final) : Quizás

QUIZÁS
Por Evelina Rojas

Era media tarde cuando sonó el teléfono. Corrió presurosa. “Para variar” – se dijo. Porque, cada vez que se trataba de “él”, sus pies parecían tener alas. “Él”, es decir, Alberto. Si parecía verlo: alto, rubio, fuerte, siempre risueño y seguro de sí mismo. “Amorcito –le estaba diciendo- nos encontraremos donde tú sabes… a las ocho”. Sí, ya sabía. Un escalofrío le recorrió el cuerpo. Era como un anuncio de lo que vendría: sus caricias, su voz susurrante y la entrega total…“¡Mi amor!”, musitó estremecida.
Y así por mucho, mucho tiempo. Sin titubeos, sin remordimientos. Porque sabía que era casado y con 3 hijos pequeños. Pero nunca pensaba en “ella”, la “esposa” y la “madre” de  los hijos de Alberto, la “dueña de casa”. ¡Pobrecita!, siempre -lo sabía- estaba atareada en uno que otro menester propio de “mujer casada” ¡¡Uf!! ¡Si supiera la pobre! Pero, ¿para qué se acordaba de ella ahora? ¡Mejor se arreglaba para estar linda para la noche! Sí, porque esa cita se prolongaría por mucho, mucho tiempo… Rio bajito, diciendo: “¡Manos a la obra!”...
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6° Cuento: Pastel de choclo

Pastel de choclo - Foto LGR
PASTEL DE CHOCLO
Por Evelina Rojas

Una vez más oyó su voz melosa, urgiéndola, dando la orden de siempre: …“No se olvide, mijita, el sábado a mediodía… es muy importante para mí… para nosotros, no ve que de ahí puede resultar algo grande… ¡no se olvide!”.
Le pareció que hace siglos que vivía sólo para raspar choclos y armar el famoso pastel. Menos mal ya pasaría la temporada y no se vería tan apremiada. Claro que para entonces se le ocurría: “Mijita, unas empanadas para la tarde, a las siete”… “Aquí tiene para la carne y cebollas… ¿ya?… ¡manos a la obra!”. Era cosa de nunca acabar.
Sintió las risotadas de siempre: ya llegaban los primeros. Se acercarían a saludar a la cocina, salivando al ver los preparativos, mientras Carlos les llenaba los vasos. “¡Salud, señora Carmen!, ¡salud!”. Más de un eructo ratificaba la satisfacción. Y ahora: a servir el pastel, tratando de que alcanzara para todos… claro que a ella no le iba a tocar… y menos mal que el hijo era muy pequeño, no se daría ni cuenta que tampoco había un pedacito para él...
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VÍDEO: Lectura del cuento por su autora Evelina Rojas el 10 de abril de 2013 en el marco de la segunda presentación del libro Destinos en sesión del Grupo Literario Ñuble, presidido por el sr. Jorge Rosas Godoy.


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5° Cuento: La venganza

LA VENGANZA
Por Evelina Rojas

 Semidesnuda, ante el espejo, se había observado con ojo crítico. Le pareció que estaba algo flacucha, sí… eso era, pero aún así, apetecible. Sabía que si estuviera algo gorda igual hubiera hallado la excusa para encontrarse mal, poco merecedora del interés de Roberto, su marido.
Desde hacía ya 20 años jugaba con los mismos razonamientos y elucubraciones… ¿Por qué –al parecer- la había amado sólo unos cuantos meses? Luego, todo había sido una sucesión de amiguitas y amantes, con las cuales parecía pasarlo bien, alegremente, dejando el mal humor y las tristezas para su casa y, por supuesto, en perjuicio de su mujer. Y así era siempre, salvo cuando se las daba de burlesco, ya que lo que era más amargo para ella, constituía lo más gracioso para él: al verse descubierto en una aventura extramarital, mientras ella le echaba en cara su falta, él la miraba sonriendo, chispeantes ojos, pronto a replicar algo sarcástico o chistoso… “¿Y quién te dijo eso?” ...

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4° Cuento: El mundo nublado

EL MUNDO NUBLADO
Por Evelina Rojas

Magdalena había caminado tanto, tanto que empezó a temer que caería de cansancio. Cuántas veces le había parecido que esa calle desembocaría en aquella otra transversal conocida para ella, bullente de vehículos y peatones, donde podía tomar algún bus para llegar a su casa.
Sintió cómo se le apretaba el corazón al comprobar que habían pasado las horas, que se hacía de noche. El sol se había escondido tras un resplandor de fuego allá en el poniente, hacía ya bastante rato. “¡Oh, Dios!” se decía. ¿Por qué no daba con la calle aquélla, esa avenida ancha por donde -estaba segura- vendría ese bus con su letrero conocido… sí conocido… pero que ahora, en medio de su desesperación y cansancio, no podía recordar el nombre o el número que tenía. “¡Oh, Magdalena - se dijo - ¿No te estarás volviendo loca? ¡Pero no! ¡Creo que ahora sí que llego!”....

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3° Cuento: El brindis

EL BRINDIS
Por Evelina Rojas

¡Salud!
Se miraron y alzaron las copas, bebiendo con lentitud, sin despegar sus miradas.
El dulce licor suavizó los hondos pensamientos de cada uno. Como siempre, lo paladearon lentamente, tratando de adivinar los propósitos del otro, pero como siempre, sin conseguirlo. “No me engañas” –se dijo ella- “Tras tu sonrisa ambigua, sólo piensas en que, por algún medio mágico, ojalá, yo desapareciera para siempre”.
Ya una vez, yendo en auto hacia el aeropuerto, él se había lanzado a gran velocidad, sin escuchar sus ruegos de moderación. ¡Claro!, sabía que su corazón era débil, así había quedado desde un accidente en bus, cuando ella iba con una sobrinita que, para su desgracia, murió allí mismo y a ella no le sucedió nada, salvo un brazo bastante magullado, de lo cual mejoró rápidamente.
Sólo más tarde comprobó que le costaba respirar cuando escuchaba noticias de accidentes o desgracias sucedidas sobre todo a niños pequeños...

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2° Cuento: El amigo

EL AMIGO
Por Evelina Rojas

En realidad, no recordaba con exactitud cuánto tiempo era que vivía sola. Así como estaba ahora, completamente sola.
Porque no siempre había sido así. Hubo una época en que su hija, ya casada, la venía a ver, con su  niñita a la rastra y cargando algún paquete, ya fuera alimento o al menos una sorpresa agradable para contentar a su madre. ¡Buena hija la Estelita!. Y, aunque era muy pequeña cuando el padre había dejado el hogar, la niña algo recordaba –así como entre nieblas– lo que había sido su casa, con un padre y una madre jóvenes y cariñosos con ella. ¿Cómo es que el hombre había podido abandonar todo: una casita hermosa y acogedora, esposa e hija, para irse así de pronto?. Luego se supo que había reiniciado su vida con otra mujer...

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1° Cuento: ¡Qué lindo debe ser!

¡QUÉ LINDO DEBE SER!
Por Evelina Rojas
                “¡Corina! ¡Corina! ¿Eres tú?”
Ella  iba en otro mundo, no escuchaba los llamados sino hasta que la mujer la tomó del brazo firmemente y con su risa franca casi le gritó “¿No escuchas? ¿No me reconoces? Soy yo, Loreto”. A borbotones agregaba: “¿No me recuerdas? ¡No puede ser!”.
Entre el gentío y el rápido pasar de los vehículos, por fin se detuvo. Fue como si despertara…
Bruscamente volvió a tierra y entonces vio a su querida amiga de otro tiempo: “¡Loreto, perdona!”.
Se estrecharon en un fuerte abrazo, se miraron y volvieron a abrazarse con el calor de la antigua amistad...

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Prólogo a la obra. Por Carlos René Ibacache

Prólogo a Destinos
Por Carlos René Ibacache I. - Academia Chilena de la Lengua.

Tengo ante mis ojos un proyecto de libro, que me agrada prologar. Lo escribió una escritora y docente, que deseaba hace años concretar una aspiración muy sentida. Ella es Evelina Rojas, nacida en Santiago, pero ahora con actual residencia en Chillán Viejo.
Estudió Pedagogía en Historia, Geografía y Educación Cívica en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. Es por lo tanto, Profesora de Estado y ya alejada de la docencia activa, lo que le ha permitido concretar su antiguo anhelo, editar su primer libro con el nombre de “DESTINOS”. Cuando uno lo lee, se entiende de inmediato el por qué de dicho nombre.
Son siete cuentos, en cuya elaboración evidencia el caso del encuentro de dos amigas, Loreto y Corina, que durante muchos años no se vieron. Lo singular de este relato es que una de ellas, Loreto, le cuenta a su amiga lo maravilloso que ha sido su matrimonio, en todas sus dimensiones, situación totalmente opuesta a la vida matrimonial de Corina. Ella ya era viuda, alcanzó a tener un solo hijo, que para mayor desgracia, construyó su propio reino lejos de su madre, la cual no tiene nada interesante que contar.
Su segundo relato, “Amigo”, es una verdadera exaltación a un perro, el cual se acercó un día a la protagonista de esta historia, también muy desolada. Ella encontró en este noble animal un verdadero amigo, que para ella, viviendo sola, se constituyó en su mejor compañía.
Su tercer relato, “El brindis”, vuelve nuestra autora a entregarnos la imagen de un matrimonio desencantado, que ni siquiera cambió con la recepción de un fabuloso premio de lotería, que no sólo le permitió comprar una mansión como hogar, sino que también le permitió a él estudiar Derecho, transformándola en abogado. Aquí la desconfianza surgida en la mentalidad de los cónyuges echó todo a perder.
En el cuarto relato, “El mundo nublado”, aparece la infidelidad en todo su esplendor, que se grafica muy bien cuando ella, la esposa engañada, se pierde en medio de la niebla, a que el destino la ha llevado.
El quinto relato es “La venganza”, en el que es la esposa, quien vengándose de su esposo, se busca un amante para igualar el comportamiento de aquél.
Sus dos últimos relatos, “Pastel de choclo” y “Quizás”, reproducen comportamientos, donde nuevamente el matrimonio, como expresión social, queda averiado.
Es evidente que nuestra novel cuentista maneja un buen vocabulario, pues describe con acierto las complejas situaciones que enfrentan los destinos matrimoniales de nuestra época, pues no es extraño que en la actualidad se registren, según datos oficiales, más divorcios que matrimonios.
En esa línea, nuestra relatora ha escrito un libro destacando una realidad social de la cual es interesante preocuparse.
Celebramos esta incursión literaria de Evelina Rojas, la cual se fortalece con su presencia en organizaciones literarias como el Grupo Literario Ñuble e históricas, como la Corporación Histórica  y Cultural “Bernardo O’Higgins” de Chillán Viejo. Inquietud que según ella misma lo dice, cuando hizo su tesis de Titulación “Don José Victorino Lastarria y la Educación Chilena” -  según sus palabras- le abrió la senda para la creación literaria.

Carlos René Ibacache I.
Miembro de la Academia Chilena de la Lengua

CHILLÁN, noviembre de 2012.
Foto: LGR
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18 de febrero de 2015

Aquí parte Destinos

"Este carro de sílabas que transporta palabras nos conduce a "Destinos", siendo cada historia una pausa y parada. En esta, yo me quedo para seguir leyendo ..." 
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Con estas primeras líneas quiero compartir por medio del internet los cuentos escritos por mi madre, THALA EVELINA ROJAS CORTÉS.
Después de recopilar relatos que escribió en la medida que los concebía en su mente y se daba a  la tarea de escribirlos en hojas sueltas, se decidió a publicarlos sin otro propósito que compartirlos con quien quisiera leerlos.
El texto contiene siete cuentos que en su conjunto llevan por título DESTINOS.
Sus protagonistas son todas mujeres de edad madura que dialogan consigo mismas desengañadas de lo que han sido sus existencias. En algunas de ellas, sus senderos conducen a la claridad esperanzadora, en otras, el demoledor destino se hace sentir como una carcajada cruel omnipresente e invisible.

THALA EVELINA NACIÓ EN...
Santiago, siendo sus padres Thala Cortés Álvarez y Luis Rojas Olivares, la mayor de cuatro hermanas, Mireya, Marta y Georgina.
Luis Rojas, de profesión Contador (y poeta conocido con el seudónimo de Gustavo Alvial Ver http://poetagustavoalvial.blogspot.com/), conoció a su esposa Thala en labores administrativas en las oficinas salitreras del norte chileno. En La Serena están las raíces paternas y en Antofagasta las maternas.
Cuando la familia Rojas Cortés se estableció en Santiago, específicamente en Quinta Normal, Evelina realizó sus estudios en el Liceo N° 2 y tal vez influida por las lecturas en la amplia biblioteca familiar, quiso a través de la pedagogía conocer y enseñar acerca de pueblos milenarios, culturas ricas en saberes y tradiciones, las identidades precolombinas y los variados relieves geográficos de este planeta. Fue así como ingresó al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile a la Carrera de Pedagogía en Historia, Geografía y Educación Cívica.
Entre sus compañeros de carrera estuvo Jorge Teillier, el poeta lárico de Lautaro ( http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-3475.html ).
Al recibirse de profesora, postuló como era el protocolo de la época, al Ministerio de Educación, sin saber con certeza a qué lugar de nuestra loca geografía sería destinada.
Junto a su padre viajó en ferrocarril hasta las lejanas tierras de la Araucanía, más precisamente al pueblo de Nueva Imperial, donde inició sus primeras labores de enseñanza, tanto para jóvenes criollos como de sangre mapuche.
Allá, en el Liceo público de la ciudad, conoció a quien sería su esposo, Audito Gavilán Tapia, funcionario de dicho recinto educacional.
Ya como matrimonio iniciaron el ambicioso proyecto de construir una casa propia y con espacios para los niños que vendrían y una infaltable biblioteca. Fue así como en calle Balmaceda N° 337 crecieron los hijos Talitha, Luis, Victoria, Alejandro y Millaray. Audito se tituló de Bibliotecólogo en la Sede de la Universidad de Chile en Temuco, entre niños que crecían y viajando todos los días a dicho centro universitario,
Fueron años de grandes ideales de esperanzas en el futuro del país de los cambios en Chile y el mundo, de días de incertidumbre, dolor y de nuevas esperanzas en la vida y el porvenir.
De Nueva Imperial, los destinos llevaron a Evelina y familia a Temuco, donde se desempeñó como docente en el Liceo de Niñas, hoy Gabriela Mistral y su esposo como bibliotecario en el Liceo de Hombres, hoy Pablo Neruda.
La Providencia redirigió a los Gavilán Rojas hasta la provincia de Ñuble, a la ciudad de Chillán, donde se dio inicio a una nueva etapa de la historia familiar. 
Audito laboró por años en bibliotecas de la ciudad de Bulnes y posteriormente dirigir la Biblioteca Municipal de Chillán. En tanto que Thala Evelina se constituyó en una de las destacadas profesoras del Liceo de Niñas Marta Brunet de Chillán. Los hijos mayores iniciaron estudios de pedagogía en la Universidad local y los menores, formación profesional en el ámbito social y de bibliotecas.
Un momento en especial doloroso y difícil fue la exoneración de profesores con que el Estado se desentendió de la administración educacional y la entregó a los municipios. Con la fehaciente aseveración que ello era sólo un trámite para ser recontratados por el municipio local, Evelina no tuvo la posibilidad de jubilar como lo hacen los profesores en una emotiva ceremonia con flores y regalos de los alumnos, con presentes de sus hijos y esposo, con un diploma por años de servicio, con un galvano por desempeño destacado. Evelina hubo de completar el tiempo necesario para acceder a una jubilación realizando clases en distintos establecimientos chillanejos como Comewealth School, Purísima Concepción y finalmente en Instituto Santa María.
Ya acogida a retiro comenzó a definir sus quehaceres que se centraron principalmente en quehaceres domésticos, pero también se abrió a la recreación que ofrecen los programas de adultos mayores, viajando con amigas de generación a tierras nortinas, sus raíces de infancia.
Un día recibió la invitación por parte del grupo Literario Ñuble para asistir a sus sesiones semanales. 
Allí conoció las experiencias de personas que escriben de afición y escritores que han alcanzado cierta notoriedad local y un poco más allá en el mundo de las letras. De hecho un escritor de categoría nacional que Evelina admira es el poeta Sergio Hernández Romero, fallecido recientemente.
En otro ámbito del quehacer cultural, Thala Evelina ha participado con lecturas de trabajos y apuntes de la histoia local y nacional en radios de la comunidad de Chillán Viejo, su lugar de residencia. 
En los últimos años, Evelina se ha incorporado a la denominada Corporación Histórica y Cultural Bernardo O´Higgins de dicha comuna. En esta instancia, se aportan valiosas iniciativas para la cultura local de la Histórica Comuna, cuna del Padre de la Patria. Cada 20 de agosto, en que representantes del gobierno incluyendo a la Presidenta Bachelet rinden homenajes, la Corporación Cultural en pleno desfila frente a las autoridades y público asistente.

SE VIENE DESTINOS...
Tras reiteradas revisiones de los borradores, los relatos de Destinos se entregaron a las prensas de la Impresora La Discusión de Chillán y vieron la luz en febrero de 2013.
Semanas después, Evelina Rojas presentó públicamente esta primera obra el 4 de abril de 2013 en la Sala Pedro Lagos del Centro Cultural de Chillán Viejo (http://chillanviejonoticias.blogspot.com/2013/04/profesora-y-escritora-evelina-rojas.html ) y posteriormente en la sesión semanal del Grupo Literario Ñuble en Chillán el 10 de abril de 2013.
En fecha reciente, la iniciativa de publicar y sin financiamiento institucional fue valorado y señalado en un artículo en dicho ámbito en Diario La Discusión titulado "El claroscuro de la industria literaria y la producción editorial" pág. 31.  Ver link http://www.ladiscusion.cl/flip/images/flippingbook/diario/D20150201/d_x_31.jpg
Así precisamente a dos años de la publicación de DESTINOS, nace este sitio en que la obra ya publicada cobra un nuevo impulso, dándola a conocer por el ciberespacio.
Ya es momento de leer y adentrarse en esas féminas vidas, de reflexionar, tal vez llorar en silencio como lo hacen ellas, pero también tomar aliento y buscar a las reales, a aquellas que sufren violencia intrafamiliar, desamor y menosprecio, para mostrarles que hay belleza en ellas, que cocinan rico y que deben ir al cine un día de estos y recrearse y reír de buena gana, porque aun hay esperanza para ellas (y para todos) y definitivamente DOBLARLE LA MANO AL DESTINO.
Chillán, 17 de febrero de 2015.

Evelina Rojas firma dedicatorias en la presentación de Destinos
 en Sala Pedro Lagos de Chillán Viejo -  abril 2013