14 de agosto, 2017
Amigos, amigas. Tras la pena y el profundo dolor por la partida de nuestra amada mamita el 7 de enero y de nuestro amado padre el 31 de mayo del presente, como hijos que les sobrevivimos, hemos transitado cada uno en un mar de recuerdos, reflexiones, largas noches con nuestras penas y sin embargo agradeciendo con lágrimas a Dios por estos padres hermosos que nos brindó para andar por este mundo, primeramente tomados de la mano y luego con autonomía y dinamismos propios.
Son muchas las vivencias, aprendizajes y modelos de vida que pudimos observar desde la óptica de hijos de Thala y Audito, en Nueva Imperial, Temuco y finalmente en Chillán.
Y es que hemos descubierto con sorpresa y alegría que quienes compartieron con ellos en el entorno laboral, social o cultural, coinciden en haber aprehendido una diversidad de asuntos, enseñanzas y valores. "Se les echa de menos", es el decir que se repite entre ellos que nos acompañaron en el momento del adiós en la ceremonia o en el Camposanto, cada uno en su momento, mamá en pleno verano, papá en el "más maduro otoño", como enuncian los versos del abuelo Luis Rojas en sus poemas.
Esta ausencia de ambos, sin embargo, no es en vano, pues quienes sentimos este vacío en el quehacer comunitario, social o cultural, creemos que iremos paulatinamente aportando con aquella convicción recibida en las distintas áreas que nos competen para seguir esa "escondida senda por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido", al decir de Fray Luis de León.
Es difícil hallar personas que cumplen su palabra, madres que dan todo de sí, docentes que en cada momento o circunstancia de la existencia, encuentran la ocasión para acuñar un refrán o consejo de sabios para dar. Pues bien, nuestros padres eran así, ya para con sus iguales, ya para el vecino del barrio, para el joven idealista, o para el prestigiado profesional.
Sólo nos queda, mientras realizamos nuestros diarios quehaceres domésticos o laborales, entonar en susurro y emoción, un sencillo himno de fe, de esperanza y de amor.
El Señor bendiga a todos.
Luis Gavilán Rojas
|
Archivo familiar |
|
Archivo familiar |
|
Archivo familiar |
|
Archivo familiar |
|
Archivo familiar |
|
Archivo familiar |
Todos los derechos de autor de Evelina Rojas están protegidos.
Se autoriza reproducir las publicaciones señalando título, autor y link.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario